lunes, 22 de diciembre de 2008

ÉRASE UNA VEZ, LA HISTORIA MANIPULADA DE LA IZQUIERDA RENCOROSA QUE....

Murió cristianamente hace ya más de 30 años y la mayor parte de quienes escriben o hablan sobre Franco nada tienen de historiadores y mucho de traidores que se proponen el engaño sistemático. Porque aquellos hechos que jamás han existido o sucedido como se les describe, obviamente no tienen ningún valor, ni como pasado ni como presente, ni como lección de nada, o, en todo caso, no pasan de ser el ejemplo de la falta de ética de quienes los proclaman.



Podemos aplicar el parrafo anterior en Alguazas, exactamente a la figura de D. Silvino antiguo falangista, "de esos" que levantaban el brazo con la mano abierta y que una vez fallecido el Caudillo, decidió cerrar el puño sin saber el pueblo inculto lo que se llevó.



Para estas corrientes izquierdistas la Historia se transforma en un mero instrumento utilizado por el actual sistema político, empeñado en fundamentar su propaganda en la diatriba permanente contra Franco, casi siempre sin fundamento objetivo alguno.


Esto sucede frecuentemente en prensa, radio y televisión (cuatro, la sexta, la primera, cuentame,...). Así es la mayor parte de la «historia» que se cultiva e incluso se premia en España.
En consecuencia, la responsabilidad verdadera de Franco ante la Historia tendrá que esperar por lo menos a que pase esta generación de resentidos.
Salvandose los escasos historiadores serios, españoles y extranjeros, que trabajan sobre las auténticas fuentes y sólo sirven a la verdad.

Los sectarios de toda índole, tan abundantes hoy en España, están condenados irremisiblemente a pasar por encima de la realidad histórica, a desfigurarla, a negarla y a tratar de crear otra absolutamente falsa.

La mayoría de los juicios que se difunden hoy en España sobre Franco son obra del sectarismo y la rabia vengativa, por ello, su veracidad es nula. Tales sectarios, estimulados por un gobierno inepto trata de justificarse más que por sus éxitos, por el desprecio hacia el anterior que le dio origen, esto entenderlo, que le dió origen, y que hacen difícil que hoy se llegue a una valoración justa de lo que fue Franco para España.

Se acusa a Franco de haber sido un represor de las libertades; depende de a qué libertades se refieran y dónde se pongan sus límites, porque si queremos los limites en el libertinaje que proclama la izquierda hoy dia, ustedes me diran, una sociedad corrompida por la droga, la homosexualidad o el aborto como medio anticomceptico.

Pero no se dice que tras una guerra civil como la que sufrieron los españoles, seguida de los peligros de una guerra mundial a la que se unieron agresiones a través de la frontera pirenaica, era absolutamente necesario un régimen no dictatorial pero sí autoritario.

Para los incultos que se dan de cultos, sepan que hubo un historiador, Linz que admitió que «en un régimen autoritario no existe la voluntad radical de la ocupación de la sociedad por parte del Estado». Esa voluntad jamás existió en el ánimo de Franco, que mantuvo un régimen autoritario pero ni totalitario ni dictatorial.

Véase, por ejemplo, el enorme poder que ostentó la Iglesia en su régimen, con las limitaciones que ello suponía para el poder político.

A Franco no se le perdonaría jamás, por parte de la izquierda rabiosa y vengativa su victoria sobre el marxismo y, a medida que aumentaban sus éxitos de gobernante, se intensificaba la acción del marxismo y, en general, del izquierdismo internacional en su contra, que vió en su inevitable desaparición la única forma de ocupar el poder en España, pero que como sabemos, si no tenemos memoria pez, Gonzalez y sus secuaces bien ocuparon, tanto, que nos quitaron, a unos bragas y a otros calzoncillos dejandonos en la ruina total.

No hay comentarios: