sábado, 21 de noviembre de 2009

Para los del futuro.

He observado, en mi contacto con el pueblo llano, cómo la figura de Franco, a través, seguramente de su dedicación al servicio de la Patria, ha echado raíces en los corazones de muchos españoles que por siempre perdurarán.

Siempre conoceremos a lo largo de nuestras vidas a numerosas personas y familias que respetan a Franco y su obra y agradecerán por siempre el marco espiritual y social de paz que Franco aseguró a todos los españoles de bien.

Y es en los jóvenes de ahora donde el sectarismo y odio ha ido decayendo por una preocupación del rumbo de España, y no está mal esta preocupación, están en su derecho ya que ellos serán los que la pueblen el dia de mañana.

No se ven atraidos por una visión programática de las influencias perturbadoras de la realidad, áquellas en las que, por ejemplo, te impongan tu forma de pensar, o tengas que aceptar formas de vida basadas en un libertinaje sexual, llevado en último extremo a la enfermedad, o el por qué "aquellos tienen más derechos que nosotros", y ¿sus deberes?.

Y serán personas de cuya juventud sintetize su visión de futuro, personas llenas de emoción e inquietud. Para ellas no tendrá aplicación el supuesto desgaste de unas ideas dignas de admirar.

Y cuanto más pase el tiempo, más encariñados se sentirán con un mejor futuro que el del que se les avecina.

En lo que a mí toca, baste escribir que no me avergüenzo de compartir esos sentimientos ni de que por ese motivo mis mejillas se hallen emocionadas con frecuencia.